Se suele pensar que fumar tabaco, cigarrillos, puros o pipas expone a un mayor riesgo de enfermedades que afecten al sistema pulmonar y cardíaco y al desarrollo de tumores, pero también constituye una grave amenaza para la salud de nuestros ojos. No se trata solo de pacientes mayores, sino especialmente de pacientes más jóvenes. En este caso, por tanto, los riesgos del tabaquismo pasivo pueden tener un impacto muy importante en la salud.
Pero veamos en detalle a qué nos referimos. Según estudios recientes, en particular el publicado en JAMA Ophthalmology, muestran que la exposición al humo de segunda mano en niños se asocia con adelgazamiento coroideo, con un efecto dosis-dependiente. Este estudio se llevó a cabo en 1.400 niños, de entre 6 y 8 años, que residen en Hong Kong, una región donde está prohibido fumar en las áreas públicas desde 2007, es decir, durante más de una década. El grosor de la coroides de los niños reclutados en el estudio se midió mediante tomografía óptica de radiación coherente, mientras que la información sobre la exposición al humo de segunda mano se recopiló gracias a un cuestionario administrado a los padres. Lo interesante es que los niños expuestos al humo de segunda mano presentan una coroides más fina que los niños del grupo de no fumadores.
Por tanto, los resultados confirmaron el daño potencial que el tabaquismo puede causar en la salud ocular de los niños y, en particular, que las exposiciones en la primera infancia están asociadas con alteraciones vasculares tempranas de la retina. Desde este punto de vista, por tanto, es importante ser consciente del innumerable daño que el tabaquismo puede causar no solo a uno mismo, sino también a los demás. En particular, detectar daño ocular en niños de tan solo 6 años es bastante inquietante, ya que hasta ahora la mayoría de los estudios han analizado las enfermedades oculares que pueden surgir a lo largo de los años en adultos.