Muy a menudo, la enfermedad del ojo seco no se considera como lo que es; que es un trastorno muy complejo de manejar que tiende a la autosuficiencia a través de la creación de un círculo vicioso: una secreción y composición inadecuada de las lágrimas es responsable de la inestabilidad y, sobre todo, de la hiperosmolaridad de la película lagrimal que, una vez, daña el epitelio corneoconjuntival. El daño al epitelio activa una cascada inflamatoria a nivel de la superficie ocular y la liberación de mediadores inflamatorios en las lágrimas.
Existen factores más generales que contribuyen al desarrollo de esta enfermedad como la edad avanzada, el sexo femenino, la menopausia, el embarazo y otros más específicos que tienen que ver con algunos tratamientos farmacológicos de larga duración, quimioterapia, diabetes, disfunciones hormonales, alergias. , enfermedades autoinmunes, dermatitis, hepatitis C, deficiencia de vitamina A. Otras están relacionadas con el estilo de vida de los pacientes: alta exposición a los rayos UV, aire acondicionado y aire seco, uso prolongado de dispositivos electrónicos, tipo de trabajo, hábito de fumar y alcohol y dieta desequilibrada. También existen factores de riesgo oculares, como la cirugía refractiva y de cataratas, el uso crónico de fármacos para el glaucoma y vasoconstrictores, la blefaritis, las infecciones y el uso de lentes de contacto.
Ante todas estas diferencias, los expertos definieron las características y necesidades de diferentes tipos de pacientes: ocasionales, crónicos y quirúrgicos. Los pacientes ocasionales, que solo presentan esporádicamente algunos síntomas de la enfermedad como sensación de cuerpo extraño, ardor, lagrimeo, prurito, sequedad, fatiga ocular y dolor, suelen realizar autodiagnóstico y autocuidado terapéutico, subestimando así la posible transición a una condicion cronica. Este paso está relacionado con la presencia de factores de riesgo adicionales, como inflamación, trabajo nocturno o uso prolongado de computadoras, iPads, teléfonos inteligentes, ciertos medicamentos y cirugía ocular. Finalmente, los pacientes quirúrgicos se definen como aquellos que se someten a cirugía ocular como cataratas y cirugía refractiva y que posteriormente pueden quejarse de dolor, sensación de ojo seco y cuerpo extraño, aparición de hiperemia, ardor y alteración de la calidad de la visión; todos los síntomas característicos del ojo seco.