Desde hace algún tiempo, las lentes MiyoSmart también llegan al mercado italiano, útiles para frenar el desarrollo de la miopía, que en Italia afecta a alrededor de un millón y medio de niños y adolescentes. Altamente innovadores, son capaces de corregir y al mismo tiempo reducir la progresión de la miopía en una media del 60%, de forma eficaz, sencilla y no invasiva. El resultado de la investigación de Hoya, líder mundial en lentes oftálmicos en colaboración con la Universidad Politécnica de Hong Kong, lentes con D.I.M.S. además de corregir la miopía, como cualquier otro cristalino, inhiben el alargamiento del globo ocular, gracias a unas 400 ‘islas’, es decir, segmentos microscópicos capaces de generar un particular ‘desenfoque’ en la retina periférica, con el fin de ralentizar el alargamiento del globo ocular y la progresión de la miopía.
A través de la recopilación y análisis de datos recopilados sobre 160 niños de 8 a 13 años con miopía de hasta – 5,00 dioptrías, se demostró que en dos años hubo una reducción promedio del 60% en el desarrollo de miopía en aquellos que trajeron gafas con estas lentes especiales.
La miopía es uno de los problemas de visión más recurrentes en el mundo y sobre todo en aumento, según informa la OMS. Actualmente, de hecho, se estima que 1.500 millones de personas miopes en todo el mundo aumentarán a 2.500 millones entre ahora y 10 años y a 5.000 millones para 2050. Es un problema grave, como se mencionó, a menudo tiende a aparecer en la edad escolar y luego empeorar a lo largo de la vida, con el riesgo de desarrollar posibles complicaciones como cataratas, glaucoma, desprendimiento de retina y maculopatía.
Sin embargo, muchos padres ven la miopía como un inconveniente más que como un riesgo para la salud. En Italia, afecta a 15 millones de adultos y aproximadamente a un millón y medio de niños y adolescentes. Además, durante la pandemia, el uso de computadoras, televisores y teléfonos inteligentes con fines educativos, recreativos y de ocio aumentó significativamente, lo que resultó en un mayor riesgo de empeoramiento de la visión.
Según Paolo Nucci, profesor de Oftalmología en la Universidad Estatal de Milán: «Cuando la miopía se corrige con gafas o lentes de contacto, la imagen que llega a la parte central del ojo se enfoca, pero el mismo grado de enfoque en la imágenes de la periferia. El resultado de esta mala corrección periférica es el envío de un mensaje al cerebro que indica que el ojo es demasiado corto para ver lo suficientemente bien «.
«Las lentes con D.I.M.S. – señala Nucci – generan un desenfoque particular de la retina periférica, llamado ‘desenfoque miope periférico, que engaña al cerebro haciéndole creer que el ojo ya ha crecido lo suficiente al dar la señal para mantener el globo ocular corto, lo que ralentiza el globo ocular al una progresión media del 60% de la miopía. Un resultado inicial pero muy alentador que se completará con un nuevo estudio clínico observacional realizado en Francia y Reino Unido ”.