Uno de los problemas más comunes que afectan nuestra visión son los ojos cansados, un problema desagradable que a menudo surge cuando ejercemos presión sobre nuestra visión. Los síntomas son muy fáciles de reconocer: van desde fotobia, lagrimeo excesivo, visión borrosa y dificultad para ver los objetos con claridad hasta la sensación de ardor, picor y / o dolor ocular. A estos también se pueden agregar dolores de cabeza, dolor de cuello y hombros.
Los que provocan estos problemas son algunos de nuestros comportamientos diarios que repetimos habitualmente; por ejemplo, la exposición excesiva a dispositivos electrónicos, como teléfonos inteligentes, tabletas, televisores, consolas de videojuegos y computadoras, juega un papel negativo y puede agravar los síntomas descritos anteriormente. Sin embargo, los problemas también pueden estar relacionados con el uso de lentes incorrectos, conducción excesiva, insomnio, fatiga visual en entornos con poca iluminación, deficiencia de vitamina B12, K y D, deshidratación, enfermedades oculares, humo de cigarrillo, alergias y aire acondicionado.
Cuando estas manifestaciones se vuelven habituales, puede surgir el llamado síndrome del ojo seco, que afecta a más de 350 millones de personas en todo el mundo. En Italia, aproximadamente el 25% de la población se ve afectada, en particular las mujeres mayores de 45 años (50%) y las que están en la menopausia (90%). C.
Sin embargo, es bueno recordar que los ojos cansados no son un gran problema y no causan una gran preocupación. De hecho, diversos dolores y sensaciones desagradables pueden aliviarse mediante ejercicios específicos y fáciles de realizar. Por ejemplo a través de «gimnasia para los ojos». También llamado entrenamiento visual, es un método realmente eficaz para contrarrestar los molestos síntomas que conlleva este trastorno. Los ejercicios, de hecho, deben practicarse cada vez que se utilice la vista con un esfuerzo excesivo. Entre un movimiento y el siguiente, se recomienda frotar las palmas de las manos y luego colocarlas sobre los ojos, para favorecer el lagrimeo. Además de esta gimnasia en particular, es bueno utilizar lágrimas artificiales que ayudan a mantener el ojo húmedo e hidratado. Por último, una gran mano también viene de la nutrición: una dieta equilibrada rica en vitaminas y cereales, frutas y verduras es sin duda un gran aliado.