Las moscas voladoras no son más que una condición extraña y molesta que caracteriza a nuestro ojo y que en términos científicos se define como flotadores, o el fenómeno de los flotadores vítreos (también conocidos como flotadores vítreos). Las personas que se ven afectadas indican que ven cuerpos extraños de gran tamaño como moscas, o pelos que impiden una visión correcta y limpia de lo que están viendo.
Estas manifestaciones son consecuencia de un cambio brusco de un componente gelatiforme del interior del ojo: el vítreo (también llamado cuerpo vítreo o humor vítreo). El fenómeno de las moscas voladoras indica que esta estructura se ha licuado ligeramente y parte de sus fibras se mueven dentro del ojo. Cabe destacar que esta sustancia debido al envejecimiento natural u otras causas coadyuvantes, como la miopía, está sin embargo destinada a perder parte de su integridad con el paso de los años.
Para el diagnóstico de moscas volantes es necesario realizar una visita al especialista, mediante la cual se puede interceptar una situación inofensiva que afecte al cuerpo vítreo, o una situación peligrosa como el principio del desprendimiento de retina. La exploración del fondo de ojo se realiza a través de lentes que magnifican los detalles gracias a diferentes tipos de instrumentos. Entre los signos a los que hay que prestar atención está el de los destellos de luz. De hecho, si hay alteraciones visuales con destellos brillantes, significa que existe una situación que puede presagiar un posible desprendimiento del vítreo. Esta condición merece atención porque puede conducir a degeneraciones de retina que, si no se reconocen a tiempo, pueden provocar desprendimiento de retina. Por este motivo, si ve el rayo, debe correr hacia el especialista.
Sin embargo, ¡hay remedios! Para los flotadores, la terapia se basa en diferentes enfoques. Normalmente, con un curso de suplementos específicos y con la ingesta de muchos líquidos, la situación se normaliza. Por lo tanto, es necesario rehidratar el cuerpo vítreo de forma continua durante un período prolongado, a veces se requieren meses. Las perturbaciones no necesariamente desaparecen por completo. Si, entonces, la situación es realmente muy molesta para el paciente, puedes intentar pulverizar algunas de las moscas volantes con un láser, o puedes limpiar el vítreo con una cirugía específica: vitrectomía.